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La economía social está formada por una rica diversidad de empresas y organizaciones, como cooperativas, mutuas, asociaciones, fundaciones, empresas sociales e instituciones paritarias, que comparten valores y características comunes:
La economía social estudia la relación entre la economía y el comportamiento social. Analiza cómo el comportamiento del consumidor se ve influido por la moral social, la ética y otras filosofías humanitarias. La economía social examina la actividad relacionada con la economía en la comunidad y expone la información a la comunidad; esto incluye la empresa social y los sectores voluntarios[2].
La economía social se desarrolla debido a la necesidad de nuevas soluciones para los problemas (sociales, económicos o medioambientales) y para satisfacer las necesidades que han sido ignoradas (o inadecuadamente satisfechas) por los sectores privado o público. Al utilizar soluciones para lograr objetivos no lucrativos, una economía social tiene un papel único en la creación de una sociedad fuerte, sostenible, próspera e inclusiva. Es importante que las empresas sean capaces de poner en práctica de forma independiente sus propias iniciativas de RSE, ya que los estudios han demostrado que esto tendrá un impacto mucho mayor que las iniciativas de RSE impuestas por el gobierno[3].
La Ley define la Economía Social como un conjunto de actividades empresariales y económicas que se desarrollan, dentro del ámbito privado, por instituciones que persiguen un interés general económico o social (o ambos) de acuerdo con los siguientes principios
– Las personas y el objetivo social tienen prioridad sobre el capital. Esto se traduce en una gestión empresarial autónoma y transparente, democrática y participativa, en la que la toma de decisiones prioriza a las personas y su contribución al trabajo y a los servicios que ofrece la institución o al objetivo social sobre su aportación al capital social.
– Los beneficios obtenidos de la actividad económica se distribuyen principalmente en función del trabajo aportado o del servicio o actividad realizada por los socios o miembros en relación con el objetivo social de la institución.
– Fomentar la solidaridad interna y social, promover el compromiso con el desarrollo local, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la cohesión social, la integración de personas en riesgo de exclusión, la generación de empleo estable y de calidad, la conciliación y la sostenibilidad.
La economía social es una rama de la economía -y una ciencia social- que se centra en la relación entre el comportamiento social y la economía. La economía social consta de dos amplias perspectivas que, aunque opuestas en su enfoque, pueden considerarse complementarias. La primera, promovida por el Nobel Gary Becker, aplica las herramientas básicas teóricas y aplicadas de la microeconomía neoclásica a ámbitos del comportamiento humano que tradicionalmente no se consideran parte de la economía propiamente dicha, como la delincuencia y el castigo, el abuso de drogas, el matrimonio y las decisiones familiares.
La segunda, aplica las ideas de otras ciencias sociales, como la sociología, la psicología y los estudios de grupos de identidad, a temas de naturaleza económica como el comportamiento del consumidor o los mercados laborales. Estos profesionales de la economía social utilizan la historia, los acontecimientos actuales, la política y otras ciencias sociales para predecir las tendencias sociales que podrían afectar a la economía. Esta vertiente de la economía social es el objetivo principal de este artículo.
En ocasiones, las teorías de la economía social divergen de las teorías económicas convencionales. Las teorías de la economía social a menudo consideran factores que están fuera del enfoque de la economía convencional, incluyendo el efecto del medio ambiente y la ecología en el consumo y la riqueza.
El término “economía social” -y el de “empresa social”, otro término utilizado a menudo junto con el de economía social- son nuevos para la mayoría de los canadienses. Sin embargo, el abanico de organizaciones y actividades asociadas a ellos es tan antiguo como la nación de Canadá. Incluyen cooperativas, cooperativas de crédito, organizaciones sin ánimo de lucro y otros tipos de empresas. Según algunas definiciones, dondequiera que haya personas que se reúnan para llevar a cabo actividades económicas con el fin de satisfacer necesidades sociales y económicas, hay elementos de la economía social.
Una de las definiciones es que la economía social incluye aquellas organizaciones que están animadas por el principio de reciprocidad para la consecución de objetivos económicos o sociales mutuos, a menudo mediante el control social del capital. Esta definición incluiría todas las cooperativas y cooperativas de crédito, las organizaciones sin ánimo de lucro y de voluntariado, las organizaciones benéficas y las fundaciones, las asociaciones de servicios, las empresas comunitarias y las empresas sociales que utilizan mecanismos de mercado para perseguir objetivos sociales explícitos. Por lo tanto, incluiría a las empresas con ánimo de lucro, cuando estas empresas comparten los excedentes y los beneficios con los miembros (y/o la comunidad en general) en una estructura de propiedad colectiva (por ejemplo, una cooperativa). En esta definición no se incluyen las organizaciones sin ánimo de lucro y de voluntariado que dependen totalmente de subvenciones o donaciones (aunque algunos incluyen a estas organizaciones en sus definiciones de la economía social).