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Cómo utilizar un soplete de forma segura
Los sopletes de cocina son aparatos cada vez más conocidos tanto por los cocineros profesionales como por los aficionados. La llama desnuda de un soplete puede alcanzar una temperatura mucho mayor que la de una parrilla, por lo que es ideal para todo tipo de cocción, caramelización y dorado. Debido al aumento de la producción y la popularidad, su precio ha bajado mucho a lo largo de los años, lo que los convierte en una pieza impresionante pero accesible del equipo de cocina.
La mayoría de los sopletes funcionan con gas propano o butano, por lo que hay que tener cuidado al utilizarlos en la cocina. Los avances tecnológicos han hecho que muchos sopletes modernos estén equipados con cierres de seguridad, llamas puntiformes y fuerza de llama ajustable. La seguridad es primordial cuando se trabaja con llamas desnudas. Para utilizarlo con seguridad, obviamente no toques la llama y comprueba siempre que el gas se ha apagado antes de dejar el soplete. Encienda siempre el soplete antes de ponerlo cerca de los alimentos crudos, o correrá el riesgo de que el combustible crudo caiga sobre los alimentos durante el encendido. Asegúrate de que no hay ningún material inflamable, como el alcohol, cerca, y coloca los alimentos en una bandeja metálica antes de encender el soplete.
Gas más caliente para soplete
Un soplete de propano es una herramienta utilizada normalmente para la aplicación de llama o calor que utiliza como combustible el propano, un gas hidrocarburo. El propano forma parte de un grupo de subproductos de las industrias del gas natural y del petróleo conocidos como gas licuado de petróleo (GLP). Los sopletes de propano y otros combustibles se utilizan sobre todo en las industrias de fabricación, construcción y trabajo del metal[1].
El propano suele ser el combustible elegido por su bajo precio, facilidad de almacenamiento y disponibilidad, de ahí el nombre de “soplete de propano”. Los gases MAPP y Map-pro son similares al propano, pero su combustión es más caliente. Suelen encontrarse en una bombona amarilla, a diferencia del azul, negro o verde del propano. Los gases combustibles alternativos pueden ser más difíciles de almacenar y más peligrosos para el usuario. Por ejemplo, el acetileno necesita un material poroso mezclado con acetona en el depósito por razones de seguridad y no puede utilizarse por encima de una determinada presión y tasa de extracción. El gas natural es un combustible habitual para la cocina y la calefacción domésticas, pero no puede almacenarse en forma líquida sin refrigeración criogénica[2].
Partes de un soplete
Los primeros sopletes utilizaban combustible líquido, que se transportaba en un depósito recargable unido a la lámpara. Los sopletes modernos se alimentan principalmente de gas. Su depósito de combustible es desechable o rellenable por intercambio. Los sopletes de combustible líquido se presurizan mediante una bomba manual de pistón, mientras que los sopletes de gas se autopresurizan por la evaporación del combustible.
Los sopletes de combustible están disponibles en una amplia gama de tamaños y potencias. El término soplete se aplica a los más pequeños y de menor temperatura. Los sopletes suelen ser una sola unidad manual, con su tiro suministrado por una corriente de aire natural. Los sopletes más grandes pueden tener un pesado depósito de combustible colocado en el suelo, conectado por una manguera. Esto es habitual en los sopletes de gas alimentados con butano o propano, pero también se aplica a los antiguos y grandes sopletes de parafina líquida (queroseno), como el Wells light.
En la actualidad, muchos sopletes utilizan una manguera de alimentación de gas, que suele ser gas de red. También pueden tener un suministro de aire forzado, procedente de un soplador de aire o de una bombona de oxígeno. Ambos diseños, más grandes y potentes, se describen con menos frecuencia como sopletes, mientras que el término soplete suele reservarse para los sopletes autónomos más pequeños y menos potentes. El término arcaico “soplete” se sigue utilizando a veces en relación con los sopletes de oxiacetileno.
Soplete de combustible líquido
Las tuercas y los tornillos más resistentes son molestos, y lo que es peor, cuando la llave se resbala y te golpeas los nudillos contra la pared o el lateral del motor de un camión. Un truco de los mecánicos es calentar el tornillo con un soplete antes de apretarlo con la llave. El calor hace que el metal se expanda y el óxido se afloje, haciendo que la tuerca o el tornillo sean más fáciles de girar. Asegúrate de que no hay nada inflamable, como una fuga de combustible, cerca del tornillo antes de encender la llama.
El fuego te permite dar a los metales y a la madera un aspecto distinto. Pasa la llama por la madera para conseguir un aspecto envejecido, una tendencia muy popular en los muebles que hace que la superficie parezca envejecida. O bien, hazlo con el cobre y otros metales para conseguir un aspecto vintage o antiguo. La superficie se transformará tras sólo un par de segundos bajo la llama, así que mantenga el soplete en movimiento para evitar quemar o fundir los materiales.
Las mismas técnicas que utilizan los fontaneros para soldar tuberías también pueden producir atractivas estructuras de exterior para el césped y el jardín, como un enrejado. Utiliza tuberías, accesorios y alambres de cobre para tus materiales de construcción, ya que son fáciles de soldar. Ensambla los componentes para formar tu enrejado y luego suelda las conexiones. Si nunca has soldado antes, no te preocupes demasiado por cometer errores. El enrejado se cubrirá con enredaderas o flores que ocultarán las imperfecciones.