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Corrosión del acero inoxidable y el aluminio
El diseño de cocinas está lleno de un millón de decisiones que tomar y una buena parte de ellas tiene que ver con los acabados metálicos. La selección de estos acabados es un obstáculo habitual para los propietarios de viviendas, con tantas posibilidades para elegir. Desmontamos la creencia de que hay que ceñirse a un solo acabado metálico en una habitación y compartimos nuestras ideas sobre cómo mezclar y combinar materiales para crear cocinas personalizadas y sofisticadas.
En primer lugar, visualicemos dónde es probable que encontremos metal en una cocina. Los herrajes de los armarios, los accesorios de fontanería (grifos, llenadores de ollas, desagües del fregadero, etc.) y los electrodomésticos de la cocina son casi siempre de metal debido a sus funciones. Las lámparas decorativas, las campanas extractoras y los muebles pueden ser de metal, pero también están disponibles en una gran variedad de materiales.
Sin embargo, en este artículo nos centraremos en el color y la estética de estos metales y en cómo funcionan en el diseño de cocinas. La textura y el brillo completan el aspecto con los diferentes acabados que se les puede dar, como el pulido (brillante), el mate (no brillante), el envejecido (pintado o deslustrado para que parezca envejecido) y el martillado (abollado e irregular). Para más comparaciones y contrastes de los metales y sus acabados, consulte este post que descubrimos.
Acero inoxidable de alta resistencia
La combinación de electrodomésticos de acero inoxidable y negro es una buena manera de conseguir una cocina limpia y funcional con un aspecto moderno y elegante. El acero inoxidable y el negro es en realidad una de las combinaciones más fáciles de conseguir, porque los dos colores ya están asociados: la mayoría de los electrodomésticos de acero inoxidable tienen adornos negros, y viceversa. Además, ambos colores son neutros, por lo que es difícil equivocarse al trabajar con ellos. El acero inoxidable refleja mucha luz, por lo que combinarlo con el negro es una buena forma de evitar que tu cocina parezca demasiado oscura.
Si es posible, compre todos sus electrodomésticos negros a un solo fabricante y todos los de acero inoxidable a otro. Así te aseguras de que todos tus electrodomésticos tengan los mismos tonos de negro e inoxidable. Una mezcla de negro y acero inoxidable funciona mejor si sólo se combina un tono de cada acabado.
Compre varios electrodomésticos de cada color. Varios electrodomésticos de acero inoxidable y negro ayudan a mantener el aspecto de su cocina cohesionado. Tener sólo un electrodoméstico negro o uno inoxidable hará que esa unidad destaque y parezca fuera de lugar.
Corrosión del acero inoxidable
Probablemente le hayan advertido sobre la construcción con metales distintos, como el acero al carbono y el acero inoxidable; hay una buena razón. Este error ha sido la causa de grandes catástrofes, como el vertido de petróleo de Santa Bárbara.
Algunos metales son más propensos a ceder sus electrones, y otros están más dispuestos a atraer electrones adicionales. Esto significa que la combinación de estos diferentes tipos de metales en entornos con mucho electrolito hace que un metal ceda sus electrones al otro.
Sin embargo, el acero al carbono es vulnerable a la corrosión. Esto se debe a que está hecho de hierro, y es fácil que el oxígeno corrompa el hierro. El resultado es el óxido de hierro, o herrumbre, que puede corroer completamente el acero al carbono.
Así que cuando el acero inoxidable y el acero al carbono están conectados, y se introduce un electrolito como la humedad, el acero inoxidable absorbe los electrones del acero al carbono. El acero al carbono puede deteriorarse rápidamente, debilitarse y venirse abajo.
Si los dos tipos de acero no pueden jugar bien, mejor separarlos. ¿Cómo? En el caso de las tuberías, se pueden instalar elementos como zapatas o almohadillas de desgaste. También se pueden añadir revestimientos de abrazadera o todo tipo de aislantes, como varillas ProTek o placas planas.
Cómo unir acero inoxidable sin soldar
Como sabemos, hay un tipo de acero especial para cada aplicación que se pueda imaginar. Ya hemos hablado anteriormente de las ventajas del acero inoxidable y del acero galvanizado, pero hay factores que deben tenerse en cuenta cuando se utilizan ambos tipos en un mismo proyecto.
Aunque el acero inoxidable es muy resistente a la corrosión, ésta puede producirse si se colocan otros metales contra él. El acero galvanizado es propenso a la corrosión cuando está cerca del acero inoxidable en zonas húmedas o saladas.
La razón de que esto sea un problema es el acoplamiento bimetálico. Es cuando dos metales se conectan de tal manera que forman un circuito eléctrico en miniatura, transportando electrones entre ellos y creando corriente. Un metal actúa como ánodo, generando electrones listos para conducir la energía eléctrica. El otro metal, protegido, funciona como cátodo para recoger los electrones y si hay un material electrolítico que cubra ambas piezas (como sería el caso del acero inoxidable y el galvanizado) entonces se crea el circuito.
Hay un par de soluciones a mano. Un método es recubrir la zona de unión con plástico. Esto podría funcionar especialmente bien para los eslabones de la cadena de acero galvanizado que entran en contacto con una superficie de acero inoxidable. Otra opción es cubrir una o las dos superficies con una capa gruesa de pintura de larga duración.