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Qué es una convulsión
La epilepsia es una enfermedad del sistema nervioso que provoca convulsiones. Pero tener una crisis no siempre significa que alguien tenga epilepsia: muchas personas que tienen una crisis no vuelven a tener otra. Pero se considera epilepsia cuando una persona sigue teniendo convulsiones sin una razón clara.
Hay diferentes tipos de crisis, pero todas se producen por una actividad eléctrica inusual en el cerebro. Las células cerebrales envían constantemente señales eléctricas que viajan por los nervios hasta el resto del cuerpo. Estas señales indican a los músculos que se muevan para que usted pueda realizar sus actividades normales.
Las crisis epilépticas se producen cuando las señales eléctricas del cerebro fallan. Estas descargas eléctricas hiperactivas interrumpen la actividad eléctrica normal del cerebro y provocan un problema de comunicación temporal entre las células nerviosas.
Las convulsiones pueden parecer aterradoras, pero no son dolorosas y la mayoría duran sólo unos segundos o minutos. Después de una convulsión, pueden sentirse cansados, débiles o confusos durante unos minutos o incluso una hora o más. Las personas que han tenido convulsiones pueden no recordar la convulsión o lo que ocurrió justo antes de ella. Es posible que estén alerta y dispuestos a volver a hacer lo que estaban haciendo antes de que ocurriera. Esto varía de una persona a otra.
Crisis de ausencia
Una crisis epiléptica es una actividad eléctrica inusual en el cerebro que puede provocar cambios en el comportamiento, el movimiento o las sensaciones. Normalmente, la actividad eléctrica del cerebro consiste en que las neuronas (células nerviosas) de distintas zonas envían señales en momentos diferentes. Durante una convulsión, muchas neuronas se disparan a la vez.
Los signos y síntomas de las crisis dependen del tipo de crisis que se produzca. Pueden mirar fijamente al espacio o tener movimientos espasmódicos en parte del cuerpo o en todo el cuerpo. Algunas personas pueden no mostrar ningún signo.
Después de una crisis, la persona puede sentirse confusa, cansada, con dolor de cabeza o con otros síntomas. Esto se denomina fase postictal (post-IK-tul). Suele durar unos minutos, pero puede ser más larga.
El tipo de convulsión más común en los niños es la que se produce por la fiebre (llamada convulsión febril). Otras causas son las infecciones, el bajo nivel de sodio en sangre, los medicamentos, el consumo de drogas (anfetaminas o cocaína), las lesiones cerebrales o un tumor, y los cambios genéticos. A veces, nunca se encuentra la causa de una convulsión.
Si un niño tiene una convulsión, los médicos buscarán una causa. Los niños que han tenido una convulsión pueden necesitar ver a un neurólogo pediátrico (un médico especializado en problemas del cerebro, la columna vertebral y el sistema nervioso). Las pruebas que se realizan pueden incluir:
Cómo detener una convulsión
Algunas personas pueden descubrir que las convulsiones se producen siguiendo un patrón o que es más probable que se produzcan en determinadas situaciones. A veces estas conexiones son sólo por casualidad, pero otras veces no. Llevar un registro de los factores que pueden preceder a una convulsión (también llamados desencadenantes de las convulsiones) puede ayudarle a reconocer cuándo puede producirse una convulsión. De este modo, podrá estar preparado y aprender a reducir las posibilidades de que se produzca una crisis en ese momento.
Algunas personas notarán uno o dos desencadenantes con mucha facilidad. Por ejemplo, puede que sus convulsiones sólo se produzcan durante el sueño o al despertarse. Otras personas pueden notar que algunos desencadenantes sólo les molestan cuando pasan muchas cosas a la vez o durante un momento de “alto riesgo” para ellos, como cuando están bajo mucho estrés o enfermos.
Una gran pregunta, que además es muy común. A veces la gente piensa que sólo porque una situación haya ocurrido una o dos veces, es un desencadenante de todas sus convulsiones. Es importante darse cuenta de que un desencadenante es algo que ocurre de forma bastante constante antes de las convulsiones y con más frecuencia que por casualidad. Para identificar los desencadenantes, prueba algunas de estas estrategias:
Tratamiento de la epilepsia
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La epilepsia es un trastorno del cerebro caracterizado por convulsiones repetidas. Una convulsión suele definirse como una alteración repentina del comportamiento debida a un cambio temporal en el funcionamiento eléctrico del cerebro. Normalmente, el cerebro genera continuamente pequeños impulsos eléctricos en un patrón ordenado. Estos impulsos viajan por las neuronas -la red de células nerviosas del cerebro- y por todo el cuerpo a través de unos mensajeros químicos llamados neurotransmisores.
En la epilepsia, los ritmos eléctricos del cerebro tienden a desequilibrarse, dando lugar a crisis recurrentes. En los pacientes con convulsiones, el patrón eléctrico normal se ve alterado por ráfagas repentinas y sincronizadas de energía eléctrica que pueden afectar brevemente a su conciencia, movimientos o sensaciones.