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Cuántas palabras tiene un niño de 2 años
Los tres primeros años de tu hijo están llenos de descubrimientos y de un crecimiento increíble. Aprende a ponerse de pie, a caminar y, sobre todo, a hablar. Si su hijo sufre una pérdida de audición, su capacidad para desarrollar el habla depende de una atención correcta desde el principio.
Durante esta fase, el niño pasa de verse a sí mismo como una extensión de usted como padre a desarrollar un concepto específico de sí mismo. Al principio, todo gira en torno a: “¿puedo confiar en el entorno y están cubiertas mis necesidades básicas?”, pero más adelante se vuelven curiosos y más independientes.
El cerebro de un niño necesita la estimulación del sonido desde el primer día para aprender a distinguir los sonidos y reconocer el habla. Con una audición normal, empiezan por reconocer la voz de sus padres y hermanos en casa. Ser capaz de oír la voz de los padres no sólo es relevante para el desarrollo del habla, sino que también es importante para que el niño se sienta seguro y cómodo en un mundo nuevo y abrumador, en el que un desarrollo saludable depende de poder generar confianza y sentir que sus necesidades básicas están cubiertas. Los niños también captan mucha información importante a través del oído, lo que les estimula intelectual y socialmente: ¿me está elogiando mi madre? ¿Me está preguntando algo? ¿Está descontenta con lo que estoy haciendo ahora?
Retraso lingüístico
En primer lugar, vamos a aclarar algo que espero que nos alivie: Animar a nuestros hijos a hablar no consiste en parlotear incesantemente con ellos para exponerles al mayor número de palabras posible. Sinceramente, ¿se puede pensar en algo más desagradable que alguien parlotee por parlotear? Incluso nuestros adorados bebés, como público cautivo que son, se desconectarán (porque son incapaces de lanzar algo o pedirnos que paremos).
Si bien es cierto que los niños necesitan escuchar una gran cantidad de palabras para desarrollar habilidades saludables, fomentar el lenguaje tiene que ver con la calidad y la cantidad de las palabras que decimos. La gran noticia es que ambas cosas surgen de forma natural cuando percibimos a los bebés como personas completas: comunicadores capaces de ser informados de lo que ocurre en sus vidas y, a su vez, de compartir sus pensamientos y sentimientos. Si comprendemos esta sencilla verdad, interactuamos, nos involucramos y conversamos con naturalidad, tendremos las lecciones de lenguaje resueltas.
Desde el momento en que nacen nuestros bebés, necesitan saber que no sólo les decimos lo que ocurre (“Ahora voy a buscarte”), sino que también prestamos atención a sus señales no verbales y escuchamos sus sonidos y llantos. Si no estamos seguros, esperamos antes de reaccionar. Preguntamos, damos tiempo al niño para que asimile nuestra pregunta y volvemos a escuchar. Hacemos todo lo posible por entender lo que nuestros bebés pueden estar comunicando. No siempre tendremos éxito al principio, pero mejoraremos con cada intento. Mientras tanto, nuestros hijos escuchan nuestro importante mensaje: “Queremos que nos digas lo que necesitas y sientes. Creemos que eres capaz de comunicarte con nosotros, y haremos todo lo posible por entenderte”.
Cómo ayudar al bebé a hablar antes
¿Tienes un bebé que habla tarde en casa? Aunque los niños se desarrollan a ritmos diferentes, existen pautas generalmente aceptadas sobre cuándo se espera que los niños alcancen determinados hitos. Si su hijo no alcanza esos hitos a tiempo, puede empezar a preocuparse de que tenga un retraso en el habla.
Si su hijo no ha empezado a hablar al cumplir el primer año, la buena noticia es que existen muchas opciones para ayudar a su hijo a ponerse al día y mejorar sus habilidades de habla. Por ejemplo, si tu hijo es menor de tres años, puedes ponerte en contacto con Intervención Temprana (EI) para ver si puede recibir servicios. Además de encontrar servicios, a través de la EI o de cualquier otro medio, hay muchas cosas sencillas que puede hacer en casa para ayudar a su hijo de habla tardía.
Por ejemplo, si va a dar un paseo con su hijo, puede hablar de las cosas que ve en el camino (por ejemplo, “veo un árbol, oigo un coche”). Otra forma fácil de poner en práctica la autoconversación es mientras cocinas o haces las tareas; puedes narrar los pasos del proceso (por ejemplo, “Estoy mezclando la masa. Estoy cascando los huevos”).
El niño de 18 meses no habla
Utiliza sonidos sencillos como “da” y “ma” o “ba” y “aa” o “ooh” con los bebés incluso cuando son recién nacidos. Estas vocales y consonantes tienen una gran respuesta por parte de los niños. Estas sencillas actividades de logopedia ayudan a tu hijo a hablar. A medida que crecen, te escuchan y tratan de imitarte.
Intenta utilizar palabras sencillas y tonos amables. Tu hijo puede entender lo que dices si le hablas cara a cara. Mantén el contacto visual y habla despacio y con paciencia. Si el niño repite las palabras de forma incorrecta, repite suavemente las palabras de forma correcta, para que entienda la diferencia.
No enciendas la televisión nada más llegar a casa ni la tengas constantemente encendida cuando tu hijo esté en la habitación. Al contrario de lo que puedas pensar, la televisión no se considera parte de las actividades de logopedia. El contacto con las personas es crucial en el proceso de desarrollo del lenguaje.
Jugar es una buena manera de comunicarse con tu hijo y también de desarrollar sus habilidades motrices y muchos otros beneficios. Deja que tu hijo te diga lo que tiene que hacer. Quédate en un segundo plano y haz sólo lo que te pida. Jugar con tu hijo fomenta la confianza sin presionarle para que hable. Jugar es una parte divertida de las actividades de logopedia.